El arándano silvestre es un manjar regional. En temporada corta, se pueden encontrar en tartas, como Gsälz en tarro o en tortitas con mucho azúcar glas. Sin embargo, merece la pena mirar más allá del plato de tortitas, porque la pequeña localidad de Enzklösterle, entre Freudenstadt y Bad Wildbad, nunca se habría hecho famosa por sus arándanos silvestres si los leñadores no hubieran asaltado siglos atrás los densos bosques de la Selva Negra.

Abeto saúco y culto al arándano
La Selva Negra ofrece algo más que tarta de cerezas e idilios con entramados de madera. También vive de tradiciones. Una mirada atrás en la historia muestra lo estrechamente entrelazadas que están a menudo las viejas costumbres. Por ejemplo, la recolección de arándanos silvestres se remonta a hace unos 300 años. Sólo cuando los leñadores talaron grandes masas de abetos en el norte de la Selva Negra, los pinos de la Selva Negra y los arbustos de arándanos encontraron condiciones ideales en el terreno yermo y se extendieron.

En la Edad Media, la madera de la Selva Negra, especialmente los abetos largos y altos, se utilizó para construir numerosas ciudades en Europa. Se sabe, por ejemplo, que Ámsterdam se levanta sobre miles de troncos de la Selva Negra. Pero también se construyeron con esta madera ciudades como Estrasburgo, Rotterdam y el casco antiguo de Altensteig, en Nagold.

El comercio de madera beneficiaba sobre todo a las ciudades ribereñas de ríos como el Rin, Enz y Nagold, ya que los troncos se transportaban río abajo en balsas. Debido a su calidad y longitud, la madera de la Selva Negra fue un material de construcción muy codiciado durante casi 500 años, sobre todo para vigas, cerchas y entramados. La tala y el transporte de los troncos de abeto a las tierras bajas cambiaron la vegetación. Un sotobosque ralo y plantas pioneras como arándanos, brezos y aliagas se extendieron por las zonas desbrozadas.

De la planta pionera al oro azul
En la Selva Negra, la recolección de arándanos era antaño esencial para la supervivencia. Muchas familias pobres ganaban dinero extra vendiendo los frutos del bosque, que utilizaban para comprar zapatos y material escolar. A los niños incluso se les daban vacaciones de arándanos para que ayudaran en la recolección. Los arándanos silvestres no sólo eran un alimento rico en vitaminas, sino también una fuente de ingresos indispensable en esta región rural.

Secretos de familia
En la Selva Negra, muchas familias guardan sus lugares de recolección como si fueran tesoros. Estos lugares secretos, a menudo en lo más profundo de los bosques que rodean Enzklösterle, se transmiten de generación en generación. Recoger arándanos es algo más que un trabajo: es una experiencia compartida de la naturaleza. “Las horas pasadas en el bosque, la recolección temprana y la preparación de la delicada fruta en elaborados pasteles o simplemente Gsälz, como llamamos aquí a la mermelada de fruta, me convirtieron desde muy joven en una fanática de los arándanos”, dice Jody Bredenhagen, la reina de los arándanos de Enzklösterle.

La recolección de arándanos sigue siendo una parte importante de la tradición familiar de la Selva Negra. Festivales como la semana del arándano, a mediados de julio en Enzklösterle, celebran esta tradición. También se incluyen recetas de tortitas, pasteles, mermeladas y aguardiente de arándanos. En la casa del arándano de Enzklösterle se pueden comprar especialidades relacionadas con la baya durante todo el año. Incluso se organizan talleres sobre cómo hornear tartas de arándanos.

La corta temporada del arándano
La mejor época para visitar los arándanos es de julio a finales de agosto, ideal para excursiones y descubrimientos culinarios. Restaurantes y posadas sirven especialidades como tortitas de arándanos, Gsälz y pasteles con arándanos silvestres frescos. Si quiere recoger los suyos propios, julio y agosto son los mejores meses para hacerlo. Dependiendo del tiempo y la altitud, las bayas maduras pueden recogerse hasta principios de septiembre. La cosecha principal comienza a mediados de julio y las familias y grupos de excursionistas recorren los pinares que rodean el pueblo.

Todos los años, a finales de julio, se celebra en Enzklösterle la semana del arándano, con la coronación de la princesa del arándano y un enorme bufé de tartas de arándanos como plato fuerte. Los visitantes pueden comprar productos regionales como Gsälz, mostaza, chutney, vinagre, zumos, pasteles o salchichas con mostaza de arándanos durante todo el año en la casa de los arándanos. Durante la temporada, la cervecería al aire libre del parque Adventure Golf Park, en el centro de Enzklösterle, es un popular punto de encuentro para los amantes de los arándanos. Las tortitas de arándanos de Nicolette Kern atraen a asiduos de lugares tan lejanos como Stuttgart.

Caminar hacia el azul
Los arándanos silvestres se recolectan tradicionalmente en lugares secretos familiares, pero los visitantes también pueden encontrarlos a lo largo de la carretera de la Selva Negra. Hay numerosos lugares en los lindes del bosque, a menudo en las inmediaciones de rutas de senderismo. Enzklösterle está considerado el centro de los arándanos silvestres y ofrece visitas guiadas en julio y agosto. El balneario está situado en la parte alta del valle del Enz y está rodeado de densos pinares. El sendero de los arándanos silvestres recorre 13 kilómetros alrededor de la localidad. A lo largo del sendero hay paneles temáticos que explican la importancia de los arándanos para la región. El variado sendero serpentea entre rocas cubiertas de musgo y bosques. Pero su popularidad tiene consecuencias: Los arbustos del sendero suelen recogerse vacíos.

Sugerencia: Paseo del pastor en Wildberg
En la época de los arándanos, en julio y en los años pares, Wildberg celebra la Carrera del Pastor, una fiesta con 300 años de tradición que honra la profesión de pastor en todas sus facetas. No es casualidad que la carrera de pastores, al igual que la recogida de arándanos, se remonte a tres siglos atrás: ambas surgieron como consecuencia de los cambios en la vegetación. Los pastores itinerantes utilizaban las zonas yermas y abiertas de la Selva Negra tras el desbroce. Si quiere vivir de cerca la tradición, anote la fecha: La Carrera de los Pastores en Wildberg volverá a celebrarse del 17 al 20 de julio de 2026. Merece la pena visitarla.
El viaje de investigación contó con el apoyo de Schwarzwald Tourismus