En 2025, el Gerschnialp sobre Engelberg se transformó de nuevo en un escenario para el arte. En el místico bosque de Hungerboden se creó un sendero de land art que combina arte y naturaleza cada dos años. Algunas obras, como el ovillo de lana roja brillante de Marion Strunk sobre un tocón de árbol, parecen elevadas sobre un pedestal. Otras, como la instalación Spillikins de Yvonne Christen Vágner, se integran tan discretamente en su entorno que hay que mirar con atención para reconocer el conjunto de ramas cubiertas de musgo como una obra humana. La exposición 2025, titulada Outlook – Insight, presentó obras de once artistas de Suiza, Alemania e Italia.

Un escenario natural para el arte
Cada dos años, las obras de arte se funden aquí con árboles, hojas o ramas. Los visitantes pueden experimentar esta interacción en un sendero circular de 3,5 kilómetros. Desde 2025, el sendero está libre de barreras. Si pasea a un ritmo pausado de museo, necesitará unos 90 minutos y se verá recompensado con una vista de las montañas circundantes al final. Un folleto con un mapa del recorrido e información sobre los artistas ofrece información adicional. Las visitas guiadas también tienen lugar entre junio y octubre y pueden reservarse por 10 CHF por persona.


“El land art se crea en la naturaleza, a partir de sus materiales, y respeta el ciclo natural”, explica la comisaria Claudia Häusler. “Nuestro espacio vital influye en nuestro bienestar. Por eso es lógico que queramos mirar hacia delante”. El tema de Outlook – Insight fomenta este proceso”. Los once artistas han plasmado el lema de diversas maneras.


Todos los participantes tienen formación artística, un requisito de calidad en el que hace hincapié Häusler. Los artistas eligen entre más lugares del bosque de los que luego se utilizarán para crear obras. “No todas las ideas son adecuadas para todos los lugares”, explica Häusler. “Algunos lugares sólo inspiran una obra concreta durante el visionado preliminar”.
Transitoriedad incluida
Häusler admite que el land art también es una intervención en la naturaleza, aunque cautelosa. “Tras la exposición, las obras se retiran por completo para que la naturaleza pueda continuar su ciclo sin ser perturbada”. Esta forma de arte se crea en la naturaleza, cambia con el tiempo y subraya así su transitoriedad. Incluso cuando la exposición ha terminado, la constatación permanece: este arte cuidadosamente entretejido agudiza la mirada hacia la belleza, la vulnerabilidad, el poder y la intensidad de la naturaleza.

Entre junio y octubre de 2027, el bosque de Hungerbodenwald, cerca de Engelberg, volverá a adornarse con obras de arte naturales. Encontrará información actualizada sobre el sendero de arte terrestre de Gerschnialp aquí.
El viaje de investigación contó con el apoyo de Engelberg-Titlis Tourism