En la isla mediterránea de Chipre se está produciendo un espectáculo natural muy especial. En los prados en barbecho, el Tulipa cypria, endémico sólo de aquí, florece en rojo oscuro. Es la última semana de marzo, el tiempo aún es fresco y estamos caminando cerca de Kormakitis a través de una exuberante vegetación en flor. Otros excursionistas se reúnen con nosotros y nos cuentan con orgullo dónde han encontrado esta planta rara y estrictamente protegida.
Afortunadamente, hoy estamos lejos de la manía de los tulipanes, la primera burbuja especulativa de la historia económica. A principios de la década de 1630, los precios de los bulbos de tulipán subieron desmesuradamente gracias al comercio de opciones y la venta al descubierto, alcanzando su punto álgido en una subasta en 1637. Cuando nadie estuvo dispuesto a pagar el precio esperado por los bulbos ofertados, todo el mercado del tulipán se desplomó.
El nombre tulipán procede de la palabra otomana tülbent para turbante, con la que comparte la forma. En el Imperio Otomano, el tulipán se consideraba una de las flores más nobles y se plantaba en los jardines del sultán. En Turquía, el tulipán se considera la flor nacional y un símbolo de vida y fertilidad.
El viaje de investigación contó con el apoyo de Cyprustravel.