Hace ya unos 100 años, el Sommerfrische (retiro de verano) se impuso en el idioma alemán. Por aquel entonces, la gente dejaba de trabajar, abandonaba la calurosa ciudad y viajaba al campo. Con la llegada del ferrocarril, la burguesía adoptó esta costumbre de la nobleza. Los que no podían permitirse una residencia de verano propia se alojaban en posadas. La gente buscaba paz y relajación en el campo. El baño en los lagos, el senderismo y el montañismo se convirtieron en pasatiempos populares.
Las vacaciones reglamentarias tal y como las conocemos hoy en día son un logro de los sindicatos. El retiro estival tenía que ver con un cambio de temperatura, Urlaub (las vacaciones), típicamente alemanas, tenían que ver con el “permiso para escaparse”. Entonces, ¿de dónde procede la palabra Sommerfrische, que ya mencionan los hermanos Grimm? Procede del italiano: “Refrigerazione” significaba refrescarse a la sombra. En Venecia, la gente no salía a pasear, sino que “se refrescaba” = prendere il fresco. A partir de los años 60, cada vez viajaba más gente. Fue el comienzo del turismo de masas. Sin embargo, la gente no se sentía atraída por el fresco, sino por el calor. Las vacaciones de playa en Italia, España o Grecia con pocas actividades y mucho relax eran la tendencia.
¿Y hoy? Los viejos destinos favoritos del Mediterráneo sufren olas de calor y escasez de agua. El verano se está convirtiendo en una prueba de estrés para turistas, lugareños y naturaleza. La inactividad en la calurosa playa se convierte en una tortura, y cada ducha en la piscina del hotel desencadena vergüenzas de agua. Esto viene sucediendo desde hace unos años y ahora el replanteamiento ha alcanzado una masa crítica. La nueva tendencia se ha empaquetado en una elegante palabra de maleta: coolcation.
¡Venga Coolcation!
En lugar de tumbarse en la playa, Coolcation se centra en actividades como el senderismo y la exploración de una naturaleza única. Los nuevos lugares de añoranza de los viajeros están ahora en el norte. Los países escandinavos están a la vanguardia: Noruega, Suecia, Dinamarca y Isla. En Noruega, se sube a los glaciares mientras aún están allí; en Suecia, se rema por el archipiélago en kayak; y en Islandia, se maravillan las poderosas cascadas. Es una pena que esta nueva moda no se llame como hace 100 años. Al fin y al cabo, el coolcationista no busca otra cosa que la frescura del verano.
Consejos para las vacaciones en Escandinavia
Suena tropical, pero te garantizamos que será una aventura genial: Viajar por los mares del sur daneses. ¡En la ruta de senderismo de los mares insulares! ¿O qué tal una visita a Estocolmo? La capital de Suecia también es conocida como la bella frescura del norte. Cuando se trata de maravillas naturales, Island es la medida de todas las cosas. Aquí hace frío y calor a la vez. A los islandeses no sólo les gusta bañarse en aguas termales, sino que también hornean pan allí. El glaciar más grande de Islandia, Vatnajökul, ofrece regularmente una experiencia playera extraordinaria: brillantes esculturas de hielo de un metro de altura descansan sobre la playa de lava negra.