Cuando viajas por el mundo, tienes que enfrentarte a climas desconocidos, costumbres extranjeras e idiomas que te gustaría dominar. Françoise Hauser, gran conocedora de idiomas, ha escrito un libro ameno en el que describe con abundantes ejemplos las diferencias y semejanzas de las 6.000 lenguas que se calcula que se hablan actualmente en el mundo.
La gente de nuestra cultura lo pasa mal con las lenguas asiáticas cuando carecen de gramática y vienen acompañadas de un inmenso número de caracteres y normas de cortesía difíciles de entender.
En el libro Parlez-vous Español, please, Françoise Hauser reparte muchos conocimientos lingüísticos a lo largo de 19 capítulos, para los que la editorial incomprensiblemente no facilitó un índice. Así que es difícil volver a encontrar los numerosos resúmenes, por los que uno se resistía a detenerse durante la fluida lectura.((el índice escrito por mí mismo como descarga))
En el capítulo dedicado al recuento se explica que en algunas lenguas no existe un sistema decimal o no hay términos con los que se puedan nombrar con precisión grandes cantidades. En japonés se complica especialmente porque para cada número se utilizan palabras diferentes, según se trate de números generales, piezas, días del mes, tazas, cantidades o cosas alargadas.
Curiosamente, tampoco existe un único lenguaje de signos. Entre los 300 lenguajes de signos diferentes del mundo, incluso el americano y el británico dan pie a emocionantes malentendidos.
Las lenguas artificiales, como el conocido esperanto, deberían resolver realmente la confusión babilónica de lenguas. Pero a falta de una auténtica comunidad de hablantes, ninguna ha llegado a convertirse en lengua mundial.
La lengua alemana es la que presenta más escollos debido a sus tres géneros. Basta con pensar en los diferentes significados cuando decimos das Band (con la que se ata algo), die Band (la que hace música) o der Band (el libro encuadernado ). Si ahora añadimos la banda, se convierte en criminal.
El modo en que el lenguaje determina el pensamiento también puede apreciarse en las expresiones idiomáticas figurativas, como las utilizadas en el título de esta revista en línea.
Pensar con originalidad
Cuando viajamos al extranjero, de vez en cuando tenemos que explicar el nombre de las historias de Tellerrand. En alemán, pensar fuera de la caja significa tener un horizonte amplio y sentir curiosidad por otros puntos de vista. Los ingleses tienden a entender la misma actitud con el pensamiento fuera de la caja. A los franceses también les gusta la traducción literal, pero entienden mejor el significado yendo hors des sentiers battus (fuera de los caminos tr illados).
Llevamos algún tiempo haciendo accesible nuestra revista cosmopolita en distintos idiomas con un programa de traducción automática apoyado por Google Translate, que entra en funcionamiento al hacer clic (en la versión alemana) en las banderas de los países alineadas en la parte inferior izquierda de la página.
Los relatos de Tellerrand en las versiones inglesa y francesa están disponibles traducidos por el programa lingüístico más sofisticado DeepL en los subdominios enlazados https://en.tellerrandstories.de/ y https://fr.tellerrandstories.de/.
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