Estamos en marzo y el tiempo parece el alegre mes de mayo. El sol cae del cielo y compite con los novios de la semana del periódico de nuestra ciudad. Casi ninguna celebración está tan repleta de rituales y gestos como una ceremonia nupcial. Todo el mundo conoce el lanzamiento del ramo de novia. En una boda en Bulgaria, el novio es el primer protagonista. Al principio de la celebración de una boda búlgara, que dura todo el día, se afeita públicamente al novio. Recién afeitado, parte con su clan y una considerable cantidad de dinero hacia la casa de los padres de la novia. Con bailes, cantos y billetes, corteja la mano de la novia. Tarde o temprano, los padres de la novia se ablandan, porque hay muchos rituales nupciales en el guión de una boda búlgara. Los verdaderos protagonistas de la boda no son los novios, sino los testigos. Servirlos es tarea de los novios. Los novios tienen que cumplir sus deseos durante todo el día de la boda. Además del baile nupcial y los numerosos brindis, está el ritual de partir el pan. Debe entenderse como una predicción, porque quien tenga en sus manos el trozo de pan más grande tendrá después la palabra en el matrimonio.
