¿Qué puede haber mejor que pasar una noche juntos junto al fuego? Las brasas irradian calor. El té o el vino caliente de una olla llena de hollín te calienta por dentro.
La hoguera ejerce una atracción mágica. Es el lugar donde se cuentan historias y donde las experiencias se transmiten de generación en generación.
Todas las limitaciones de la vida cotidiana se disuelven. En el funk, la imaginación muestra su poder. Las sombras danzantes y el movimiento de las brasas crean imágenes fantasmales. ¿No bailaba una pareja de enamorados alrededor del asa de la olla hace un momento? ¿Viste también en qué agujero saltó la chispa?
La madera desaparece como el tiempo. Fuego, brasas y cenizas son los elementos de la noche.
Expongo este motivo y otras nueve fotos como parte de la Muestra de Arte Grevenbroich en Hoffmann: Die Optik. y espero verte allí.
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