Un viaje a Irlanda o a las Islas Británicas puede combinarse perfectamente con una excursión culinaria a Bretaña. Al fin y al cabo, a pesar de sus diferentes mentalidades, los países europeos siempre han estado más unidos. Ante la perspectiva aislacionista del Brexit de consecuencias inciertas, todo viaje por Europa contrarresta el aislacionismo.
En un transbordador, donde se dispone de tiempo y no sólo se encuentra uno con turistas, la comprensión de las conexiones de transporte evoluciona especialmente bien. Incluso al subir al barco, uno se hace una idea de la magnitud del tráfico internacional de mercancías. Las rutas operadas por Brittany Ferries a través del Canal de la Mancha occidental y central parecen estar equipadas como una alternativa en caso de que los puertos del Canal de la Mancha oriental, que ya están congestionados hoy en día, alcancen sus límites de capacidad debido al Brexit y sus consecuencias.
Cooperativa agrícola como empresa de transporte
La historia de la naviera es interesante. Fundada y aún dirigida por agricultores bretones, en sus primeros años se dedicó principalmente al transporte de mercancías, lo que permitió a Brittany Ferries abrir nuevos mercados en Irlanda, Inglaterra y España. La flota, compuesta actualmente por 9 buques propios y cuatro fletados, iba a ampliarse con tres transbordadores más. El Honfleur, el nuevo buque insignia propulsado por gas natural licuado, debía botarse en Flensburg en 2020. Debido a los retrasos en la finalización y al descenso de las ventas durante la pandemia de Covid, la naviera se echó atrás con el pedido.
Desde la tormenta Lorenzo, el mar está un poco más picado de lo habitual al comienzo de nuestra travesía. El Pont Aven es lo bastante grande como para soportar sin problemas el oleaje del Mar de Irlanda. No obstante, todos los camiones y motocicletas están asegurados con cinturones tensores. En los coches, el freno de mano es suficiente. A diferencia de las conexiones a Irlanda, que suelen ser puntuales, a veces puede haber retrasos relacionados con el tiempo en la ruta más larga a través del Atlántico hasta Santander (España).
Pont Aven – El buque insignia de Brittany Ferries
Desde 2004, el lujoso Pont Aven opera en las largas rutas entre el Reino Unido, Francia, Irlanda y España. Tiene capacidad para hasta 2.416 pasajeros en 2.012 camas repartidas en 650 camarotes y 47 asientos reclinables. Dos cines, dos restaurantes, varios bares, una piscina cubierta, mucho espacio para moverse y un ambiente muy sofisticado hacen que no haya lugar para el aburrimiento.
Un total de 1.300 obras de arte de la amplia colección de Brittany Ferries se exponen en los nueve buques de la flota. Cada barco tiene una referencia temática. La comunidad bretona de Pont Aven está estrechamente vinculada al pintor impresionista Paul Gauguin.
Tras una noche de descanso, despertado suavemente con música celta y recibido con un desayuno continental, llegará descansado a la ciudad portuaria irlandesa de Cork.
Máxima concentración en el puente
Se nos permite presenciar el acercamiento a Cork con el capitán Gilles Marré en su puesto de mando, donde un capitán subalterno está completando una estación de entrenamiento. Dado que cada puerto tiene sus propias características, los capitanes de la flota de Brittany Ferries se especializan en las rutas con las que están más familiarizados. Acompañados por un barco piloto, la tripulación navega con la máxima concentración por el puerto natural, situado en la desembocadura del río Lee. Aquí sólo se intercambian algunas palabras en voz baja.
Al igual que en la travesía de la Armorique, el ambiente relajado y de confianza que se respira en el Pont Aven es lo que diferencia a Brittany Ferries de los demás transbordadores. Desde la cubierta del vehículo hasta el servicio en el restaurante, uno se siente tratado muy atentamente como pasajero.
No se calculó el coste del crucero